Estimados Amigos:
Hemos escrito mucho sobre el discernimiento y la fortaleza, hoy será preciso hablar sobre la virtud de la Lealtad que para ejercerla se necesita lucidez de discernimiento y fuerza, pues también puede llevarnos a seguir senderos paralelos y no virtuosos, por lo que la Lealtad debe de ir siempre unida a la prudencia y a la observación de la Fe y Esperanza cristianas.
La Lealtad nace con la perseverancia y el honor, sin límites del poderoso Don Dinero o de presiones humanas de soberbia y codicia, muy al contrario, es un elevado ejemplo de honor hacia los nuestros y el prójimo sin obstáculos. La Lealtad es un bien que se tiene y viene del fondo de nuestro corazón y que muchas veces es manipulado por quienes desean cambiarle el rumbo o sus preferencias y que es necesaria para una convivencia ordenada sean en nuestro trabajo profesional, empresarial y en nuestra vida familiar.
Para practicar la Lealtad se necesita saber pensar con claridad y saber discernir con firmeza sobre los principios y virtudes morales a que nos hemos acogido.
Con Lealtad seremos ejemplos en nuestra personalidad y nuestras acciones del diario vivir sin importarnos las aromas de una aparente vida mundana.
Seamos leales a Dios, a nuestra Fe cristiana y a nuestra personalidad…
Salve… cara Parens, dulcis Guatemala !!! Salve !!!
Raymond
La Luz – La Ciencia y La Moral… brillan en Kinal
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