Patronato KINAL Mensaje semanal 39 | 2025

Desde tiempos ancestrales la educación ha sido la columna vertebral de la formación intelectual de las personas desde la cuna en que los padres con su ejemplo muestran la forma de hacer y contribuir a la vida y después los mayores mostrando sus modelos de formación y criterio hacen que la persona perciba la educación haciendo propio su criterio y sus ansias de vida futura.  Sin embargo, en algunos momentos de la historia se ha confundido con la inducción o adoctrinamiento cuando se repite y repite la dirección de los pensamientos obligadamente hacerlo hacia otros, contrario a las leyes naturales.

La educación debe ser formativa cuando el ejemplo de los mayores se pone a disposición de mentes abiertas al saber, al conocer y de poder resolver temas variados si estamos formando conciencias y hábitos, el ejemplo es básico tanto en los logros como en los fracasos, por lo que de la educación depende las actividades culturales, cívicas, profesionales y ocupacionales ampliando la capacidad cognitiva de la persona y dando orientación a sus obras y trabajos, por lo que fomentar la educación es en realidad fomentar la sabiduría de una región.

La educación no se impone ni se ordena, la educación es cognitiva para absorberse con convencimiento, desarrollando la sapiencia de cada quien, lo que a la vez implica una gran responsabilidad en saberla absorber, dilucidar y formar parte de su criterio; así también el educando adquiere gran responsabilidad en su enseñanza porque llevará a otros a modificar sus criterios de vida.

Por consiguiente, la educación es tarea de todos pues nos estamos educando al tiempo que nosotros educamos a otros; es una cadena armoniosa de conocimientos, actitudes y características del hombre de bien.

Raymond